Algunas estructuras
geomorfológicas pueden inducir a engaño. Por ejemplo, dos depresiones de
aspecto similar, pero localizadas en ambientes distintos, parecen sugerir un
mismo agente causal. Pero, al desconocer los procesos subyacentes, hay quien
invoca la participación de fuerzas externas a la naturaleza; cayendo, no ya en
el error, sino en la construcción de un mito.
Seguro
que todos conocéis las marmitas, esas estructuras consistentes en el vaciado
cilíndrico de una roca por la acción erosiva...