
Este es un mundo
de concursos caninos, felinos, ecuestres o vacunos. Es decir, un mundo en el
que se valora la pureza de la raza. Pero la mayoría de los animales domésticos
que tenemos a nuestro alrededor son cruzados, mil-leches, mezclas. Hay muy pocos que sean puros.
Quizá
esta obsesión por la pureza de los animales domésticos sea un reflejo del mismo
mecanismo cerebral que nos lleva a buscar especies silvestres bien definidas y reproductivamente
aisladas. Según el concepto biológico...