
Una de las
actividades más provechosas para gestionar flora y fauna es, simplemente,
contar. Pero muchas veces no se hace, o se hace mal. Por ejemplo, hay que
contar en el momento oportuno.
Para
determinar a qué ritmo crece o decrece una población, lo mejor es someterla a una
serie de conteos. También nos servirá para proyectarla hacia el futuro y predecir así qué tamaño
tendrá al cabo de horas, días, semanas, meses o años. Todo según la especie que
nos interese y las preguntas que queramos...