Cuando una
perturbación afecta al hábitat original de una especie, tanto si ha sido
provocada por el ser humano como si no, los afectados tienen dos posibilidades. O
bien se trasladan a otro hábitat diferente y tratan de encajar en él. O bien se
instalan en un entorno artificial que casualmente reúna los atributos básicos
de su lugar de procedencia.
Los
bisontes europeos (Bison bonasus) son
un buen ejemplo del primer caso enunciado en la entradilla. Evolucionados en
los extensos pastizales...