Todos deberíamos estar más familiarizados con la maquinaria que fabrica
en última instancia nuestro alimento. Esa compleja maquinaria se encuentra en los
cloroplastos, que son antiguas bacterias de vida libre incorporadas a la célula
eucariota vegetal desde tiempos muy remotos. Como materia prima utiliza un gas,
agua y paquetes de energía procedentes del sol. Poco más.
Algas, musgos, helechos y plantas
con flores –es decir, los seres autótrofos– se las apañan para construir sus cuerpos
a...